5 cosas que debes saber sobre la quiropráctica animal

¿Tu animal está mejorando con la atención quiropráctica?

¡Excelente! Te unes a muchos otros tutores que también han visto los beneficios de un enfoque completamente natural para mejorar la salud de sus animales. Pero esto es solo el principio. Aquí tienes algunas cosas que quizá no sabías sobre la quiropráctica veterinaria:

1. No hay límite de edad.
Desde cachorros y gatitos hasta animales geriátricos. La quiropráctica animal busca ayudar a nuestras mascotas a vivir y sentirse mejor. Las técnicas de ajuste se adaptan individualmente a la edad, tamaño, peso y al problema específico de la columna de cada animal.

2. El primer signo de un problema no siempre es el dolor.
Muchos pacientes acuden porque sienten dolor; pero incluso si el dolor es reciente, su causa puede tener semanas, meses o incluso años. ¿Por qué? Porque al igual que el cuerpo humano, el cuerpo de un animal es adaptable. Puede pasar mucho tiempo antes de que se agote esa capacidad de adaptación y empiecen a aparecer los síntomas.

3. No somos “mágicos”, el cuerpo lo es.
Nuestros métodos pueden parecer mágicos, pero en realidad son herramientas para ayudar al cuerpo a expresar su salud y bienestar reales. Nuestro trabajo es hacer que el sistema nervioso funcione de manera óptima, para que pueda sanar y autorregularse sin necesidad de medicamentos ni cirugía.

4. Cada ajuste es único, como ellos.
La belleza del cuidado quiropráctico está en que podemos personalizar y crear un plan individual adaptado a sus necesidades específicas. Esto nos permite abordar las áreas problemáticas y trabajar en descubrir la causa raíz del problema.

5. Los mejores resultados son un trabajo en equipo.
Si se sienten genial después del ajuste, ¡maravilloso! Pero nuestro objetivo es educar a los tutores para que comprendan que el camino hacia la salud no termina ahí. Los mejores resultados se dan cuando nosotros hacemos nuestra parte (localizar y reducir la interferencia en el sistema nervioso) y tú los apoyas con descanso adecuado, ejercicio, manejo del estrés, manteniendo las citas y siguiendo los consejos del veterinario —incluyendo una buena nutrición.

¿Tienes más preguntas sobre la quiropráctica animal? ¡Contacta conmigo hoy mismo!